Capítulo Dos: La Peligros (Bis)

Tras colgar el teléfono estuve un par de minutos en estado de shock. Miraba por la ventana preguntándome cómo era posible que hubiera ocurrido aquello; que mi exnovio Alberto estuviera en Barcelona, en la puerta de mi antiguo edificio, esperando a que me presentara para explicarme por qué no se había casado con la mujer por la que me había dejado. ¿Qué? ¿Te parece poco? Pues espérate.

Fui directo a la ducha, me vestí y llegué al recibidor justo en el momento en que Belinda, la asistenta, entraba por la puerta.

- ¿Dónde vas con tanta prisa? –me preguntó, con el mismo acento que Sofia Vergara en Modern Family.
- Ay Belinda, cuando te lo cuente te vas a quedar muerta –respondí yo, poniéndome el abrigo.
- Mira, más muerta de lo que me quedé cuando me explicaste lo que era una sauna de esas vuestras, no creo que me quede.
- Pues ahí ahí, ya verás. Ah, perdona por el desastre de mi habitación, no te asustes de lo que te puedas encontrar.
- A ver si algún día en vez de un condón usado me dejas un buen hombretón en la cama esperándome.
- Ay Belinda cariño… que los hombres que me traigo yo no te sirven!! ¡Que tienen una tara!

A Belinda le dio esa risa histérica suya que tan hartos nos tiene (pero a la que tanto cariño le hemos cogido) y yo crucé la puerta. Al cerrarla el abrigo se me quedó enganchado entre el marco y la puerta y del tirón acabé empotrado contra la pared. Miré a mi alrededor por si alguien me había visto, pero no, estaba a salvo. Los otros dos vecinos del rellano seguramente estaban trabajando. Otro día os hablo de ellos: la pareja ejecutiva de la puerta A y el soltero de oro de la puerta B. De ellos y de las peleas entre Jorge y yo para tirarnos al del B.

Justo cuando llamé al ascensor comenzó a sonar mi móvil. Miré la pantalla, era Jorge:

- Dime nena –contesté.
- ¿Qué? ¿Se te ha corrido en el ojo?
- No, no lo ha hecho.
- Puta. Te odio.
- Yo a ti más.
- ¿Qué haces?
- No te vas a creer a donde voy.
- ¿A la Sauna? ¿A estas horas?
- No maricón, voy a mi antigua casa.
- ¿A tu antigua casa? ¿Aún tienes cosas que recoger allí?
- Podría decirse así.

El ascensor llegó a mi piso, las puertas se abrieron y yo entré. En ese momento me arrepentí de necesitar oxígeno.

- ¡Qué asco, por favor! –exclamé
- ¿Qué pasa nena? –preguntó Jorge.
- No veas lo mal que huele el ascensor.
- Habrán tirado una bomba fétida. Bueno ¿qué pasa con tu casa?
- Pues pasa… pues pasa… pasa que hace un rato me ha llamado… joder qué mal huele aquí, de verdad… que me ha llamado mi ex, Alberto, que dice que no se ha casado y que me está esperando en el portal.
- ¡¡¿¿QUÉ??!!
- Lo que oyes, que dice que es una larga historia y que esperaba poder contármela y por eso ha ido a buscarme.
- Pero ¿POR QUÉ NO SE HA CASADO? Es más ¿¿POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE ERA YA LA BODA Y NOS PRESENTAMOS ALLÍ PARA REVENTARLA?
- Porque yo seré muy puta y muy mantenida, pero soy buena persona. Dios mío, qué ascensor más lento, me estoy quedando sin oxí… ¡ME CAGO EN LA PUTA!
- ¿Qué pasa, nena? –preguntó Jorge, asustado.
- Que se ha parado el ascensor. Y se han apagado las luces.
- Nena ¡eso es el demonio que viene a por ti!
- ¡Pero si estoy sólo! Que esto no es como en la peli esa, aquí no hay nadie más.
- Da igual. Vas a morir. Y todo por culpa de tu ex. Te lo dije. Ese hombre es tu perdición.
- Oye, una cosa –dije yo -. ¿Es normal que tenga cobertura en el ascensor?
- Nena, con el pastizal que estoy pagando por el alquiler del dúplex espero que haya cobertura hasta en el culo del portero.
- Más quisieras tú probar el culo del portero…
- Ay sí… qué tremendo está el tío…
- Pero si debe tener sesenta años.
- Javi, que ya sabes que a mí me gustan de todas las edades y tamaños.
- Jorge, para. Te lo pido por lo que más quieras. Porque entre el calor que tengo, el pestazo, que me está faltando el oxígeno y tú hablando de eso me está dando un mareo que no es normal.
- ¡Qué reina del drama! Seguro que no huele tan mal. ¿Has apretado el botón de emergencia?
- ¿Qué si lo he apretado? ¡¡Me lo he cargado de tanto darle!!
- ¿Y no te habla nadie?
- Hombre, me hablas tú, pero no te veo muy por la labor de sacarme de aquí.
- Nena, te cuelgo, que tengo que entrar a un sitio.
- Me da una rabia que siempre me hables con tales imprecisiones.
- ¿Y qué quieres que te diga? ¿Qué he llegado al trabajo de mi cliente y tengo que subir a la planta quince de la torre del Banco Sabadell para practicarle una felación a un hombre casado y con siete hijos, y que luego me tengo que ir a comer con una topmodel, mujer de un futbolista, que me ha contratado para que le enseñe a proporcionar placer oral?
- Ok, hasta luego.
- Adiós.

Y colgamos. Hace tiempo decidí saber lo menos posible del trabajo de Jorge (bueno, del segundo trabajo de Jorge) y así iba a seguir.

Y hablando de seguir: ahí seguía yo, encerrado en aquel ascensor sin oír ningún tipo de movimiento fuera, ninguna escuadra de bomberos que viniera a rescatarme ni policías atractivos que quisieran dar su vida por protegerme y servirme; y encima aquel olor. Aquel olor que se me estaba incrustando en la nariz y que no iba a poder sacarme en años.

Abrí mi bolso y saqué el pequeño bote de Fahrenheit que siempre llevo conmigo. Vaporicé un poco en la bufanda y me la pegué a la nariz. Me miré en el espejo. Parecía una imitación barata (bueno, no TAN barata) de Gadafi, con aquel abrigo y la bufanda tapándome media cabeza. Y al ir a guardar el bote de perfume en el bolso se me resbaló de las manos y estalló contra el suelo.

- ¡Mierda! –exclamé.

Mira el lado bueno, pensé, al menos ahora el ascensor huele bien. De repente el ascensor se puso en marcha, a una velocidad extrema. Pero en vez de bajar, subía. Yo di un pequeño grito del susto y me agarré al pasamanos recordando a la pobre Phoebe Cates en Gremlins 2.

Y de golpe el ascensor paró en seco y me fallaron las piernas y me caí al suelo. Y ahora se volvió a poner en marcha, aún más rápido que antes, pero bajando. Yo creía que estaba en caída libre porque aquello no era normal.

Estaba aterrorizado, gritando como una loca, sentado en un rincón y abrazando el bolso como si me fuera la vida en ello. Veía pasar ante mí toda mi vida. Mis amigos, mi familia, mi primera comunión, mi primer beso, la polla del tío de la noche anterior dándome golpes en la cara.

Grité aún más fuerte, pensando que mis gritos podrían detener la caída libre del ascensor, pero estaba claro que no. O sí, porque de repente ¡PUM! Parecía que alguien tensaba el cable del ascensor y se detuvo tan fuerte que di un salto en el aire y me estampé contra el pasamanos, provocándome un dolor agudo (y un chichón horrible) en la cabeza.

Allí, parado en vete tú a saber qué piso, me puse de pie como pude (porque mis piernas temblaban más que cuando me bajé por primera vez del Dragon Khan) y me acerqué a las puertas del ascensor. Apreté el botón que las abría y éstas, milagrosamente, comenzaron a deslizarse hacia los lados, dejándome ver la recepción del edificio. Donde todo el mundo parecía ajeno al drama que acababa de vivir.

Y allí, sentada en uno de los sillones que hay situadios frente a los ascensores,jugando con el móvil mientras el portero le daba manotazos a la televisión que parecía perder la señal (seguro que por el influjo de aquella hija de puta satánica) estaba LA PELIGROS.

- Tenías que estar cerca, cabrona –le dije.

Iván sonrió, se levantó y se guardó el móvil en el bolsillo.

- ¡He venido a verte! –exclamó.
- YA LO SÉ YA. Ahora entiendo todo; lo de la puerta, la peste, el ascensor, la colonia y su puta madre.
- ¿Qué ha pasado con el ascensor? –dijo Iván, mirando el interior de la cabina-. Uy, se te ha roto la colonia, qué rabia…

Me giré y pude ver cómo las puertas comenzaban a cerrarse y me despedía de mi bote de colonia roto contra el suelo. Y en cuanto las puertas se cerraron se oyó un chasquido, una corriente de aire, un estruendo y el ascensor en el que acababa de bajar se desplomó cuatro pisos provocando un escándalo sin precedentes en cuanto se estampó en el fondo del foso.

- ¡Tía! –gritó La Peligros-. ¡Qué se ha caído el ascensor y podrías haber muerto!
- ¡¡HABERLO PENSADO ANTES DE VENIR A VERME, HIJA DE LA GRAN PUTA!!